Situada en suelo rústico la vivienda se emplaza al fondo de una parcela estrecha y rodeada de mies de cultivo. Su perspectiva desde la lejanía se estudio para entender la vivienda como una sola planta, en la cual la cubierta se apoya volando sus aleros ampliamente en todo su perímetro, protegiendo las fachadas y permitiendo la deambulación peatonal resguardada, como un sombrero de ala ancha. Al mediodía, que mira a la entrada de la parcela, orienta el salón, porche y cocina que como zonas comunes se ponen en relación con el jardín y exterior de la vivienda.

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La composición de los muros de fachada, de capacidad portante y revestidos en 18cm de piedra brindan un excelente resultado desde el punto de vista térmico y acústico. 

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En cuanto a la materialidad se manifiesta al exterior el revestimiento de piedra caliza de tonalidad parda dispuesto sibre la totalidad de la superficie de las fachadas y chimeneas, la cerámica roja de la cubierta y el hormigón texturizado mediante plantillas de estampación en los aleros.